Guillermina Valdés: la autocrítica de una madre

La revelación de Paloma

Guillermina Valdés compartió sus sentimientos después de enterarse de la orientación sexual de su hija Paloma Ortega. La modelo admitió que se sintió herida por no haberse dado cuenta antes y que su ego se sintió lastimado por haber estado desconectada como mamá.

Un vínculo abierto

Valdés explicó que su relación con sus hijos es dinámica y basada en el diálogo abierto. Cuando Paloma decidió compartir su orientación sexual con su madre, Guillermina reconoció que se sintió sorprendida y se dio cuenta de que debía estar más presente en la vida de su hija.

La importancia de la aceptación

La modelo enfatizó la necesidad de aceptar a las personas sin juzgarlas por su orientación sexual. Valdés sostuvo que la sexualidad es una elección y no define a una persona. Como madre, su rol es acompañar y aconsejar a sus hijos sin imponer etiquetas ni juicios.

La vida personal de Guillermina

La vida de Valdés ha estado marcada por relaciones de largo plazo y separaciones significativas. Conoció a Sebastián Ortega en 1998 y tuvo tres hijos con él. Luego, mantuvo una relación con Marcelo Tinelli y tuvo un hijo con él. Estas experiencias han influido en la dinámica familiar actual, donde Valdés prioriza el bienestar de sus hijos.

El impacto de las separaciones

Valdés reflexionó sobre el impacto de las separaciones en la crianza y el bienestar de sus hijos. La empresaria describió el proceso de ruptura como un camino difícil y doloroso. Aunque uno tome la decisión final, se padece y duele. Valdés evidenció la complejidad emocional que atraviesa toda la familia en estos momentos.

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