El mito del lavado excesivo: ¿qué realmente causa la caída del pelo?

La creencia de que lavarse demasiado el pelo provoca que se te caiga es una de las más comunes y persistentes en la sociedad. Sin embargo, según la dermatología, esta idea es completamente al revés. En realidad, dejar de lavarse el pelo es el caldo de cultivo para que aparezcan hongos y se agrave la alopecia.

El cabello que vemos entre nuestras manos o en el suelo al salir de la ducha ya estaba destinado a desprenderse. Esto se debe a que el pelo está en una fase de reposo o caída, conocida como fase telógena. El lavado simplemente facilita su caída.

La idea de que el lavado es lo que hace que el pelo se caiga se debe a un error de concepto. La International Society of Hair Restoration Surgery (ISHRS) lo destaca y explica que la caída de pelo en la ducha no tiene relación con la acción mecánica de frotar. En realidad, el pelo que vemos es el que ya estaba destinado a caer.

Dejar de lavarse el pelo puede tener consecuencias negativas en la salud del cuero cabelludo. La acumulación de grasa o sebo puede dar lugar a la aparición de hongos como la Malassezia, que puede generar una respuesta inflamatoria en el cuero cabelludo y empeorar la alopecia androgénica.

La dermatología recomienda mantener una higiene regular, incluso diaria si es necesario, con champús suaves para mantener a raya el sebo y la inflamación. Sin embargo, el estrés también puede ser un factor que contribuye a la caída del pelo. La literatura científica confirma que hay un vínculo entre los niveles de estrés y el folículo, y que el cortisol, la hormona del estrés, puede generar inflamación que puede provocar que el folículo pase a una fase de caída.

En resumen, el mito del lavado excesivo como causa de la caída del pelo es completamente al revés. La verdad es que la higiene regular y la gestión del estrés son clave para mantener una salud capilar óptima.

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