La Generación Z rompe con el alcohol: ¿qué hay detrás de esta tendencia?

La Generación Z está cambiando la forma en que se relaciona con el alcohol. Según estudios, esta generación bebe un 20% menos que los millennials a la misma edad. Pero, ¿qué hay detrás de esta tendencia? La respuesta no se encuentra solo en la salud o la economía, sino en la percepción del alcohol como un factor que afecta directamente al bienestar mental y la productividad diaria.

El concepto de “hangxiety”: la ansiedad que sigue al consumo de alcohol

La Generación Z ha crecido con un mayor acceso a información sobre salud mental, neurociencia básica y bienestar emocional. Esto ha modificado la percepción del alcohol, que ya no se ve solo como diversión, sino como un elemento con costes cognitivos claros. El concepto de “hangxiety” define la ansiedad que aparece tras el consumo de alcohol, incluso cuando la resaca física es leve.

Menos alcohol, más estabilidad cognitiva

Reducir el consumo de alcohol no implica trabajar más horas, sino mantener la constancia y evitar días “perdidos”. Menos alcohol significa menos fatiga cognitiva y mayor capacidad para mantener el foco a lo largo de la semana. Para una generación que se mueve en un mercado laboral más inestable y competitivo, este control del propio rendimiento es clave.

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