El general José María Paz, un hombre tímido y silencioso, dejó su huella en la historia argentina. Sin embargo, su vida amorosa estuvo marcada por la imposición de su madre, Tiburcia Haedo, quien decidió con quién se casaría.
La relación con Margarita Weild
Margarita, 23 años menor que José María y su propia sobrina, fue la elegida por Tiburcia. A pesar de la diferencia de edad y el parentesco, la pareja se conformó y tuvieron varios hijos juntos.
El papel de Tiburcia
Tiburcia, la madre de José María, jugó un papel fundamental en la vida de su hijo. No solo decidió con quién se casaría, sino que también influyó en su relación con Margarita. La relación entre el tío y la sobrina había sido siempre cálida y cercana, pero fue Tiburcia quien los empujó a casarse.
La autorización de la Iglesia
Para que la boda se llevara a cabo, José María tuvo que pedir autorización a la Iglesia. También le escribió a su hermana menor, Rosario, para pedirle la mano de su hija, Margarita. Una vez que Rosario dio su consentimiento, se convirtió en la suegra de José María, quien era mayor que ella.
La leyenda de la felicidad
La leyenda posterior cuenta que José María y Margarita fueron felices para siempre. Sin embargo, su felicidad se vio interrumpida cuando Margarita murió en el intento de tener su noveno hijo. De los nueve hijos, solo sobrevivieron tres, y la abuela Rosario se encargó de su crianza.
El legado de José María Paz
Hoy en día, José María Paz y su esposa Margarita descansan juntos en la Catedral de Córdoba. Su historia de amor, aunque controvertida, es un recordatorio de la complejidad de la vida humana.
Un amor previo
Antes de casarse con Margarita, José María se enamoró de otra mujer, Dolores Juárez. Aunque nunca se casaron, tuvieron un hijo juntos, Rudecindo, quien más tarde tendría un hijo llamado Carlos Nicandro. Carlos Nicandro heredó tierras en Córdoba y fundó la ciudad de Villa Carlos Paz, un lugar que hoy es popular durante el verano.
Explora más noticias en nuestra sección: Córdoba
