La Navidad es una de las festividades más reconocidas en el mundo, pero hay lugares donde esta celebración es vista con desconfianza y hasta prohibida. En países como Corea del Norte, Brunei, Tayikistán, Somalia y China, la Navidad es un tema delicado que puede generar problemas con la ley.
Corea del Norte: La Navidad como una Amenaza
En Corea del Norte, la Navidad fue erradicada de la vida pública en 2016. El régimen de Pyongyang considera que la Navidad es un símbolo extranjero y una amenaza a la cohesión ideológica del país. La vigilancia es estricta y las sanciones pueden ser severas para aquellos que se atrevan a celebrar la Navidad en público.
Brunei: La Ley Islámica y la Prohibición de la Navidad
En Brunei, la ley islámica o sharía es la que rige la vida de los ciudadanos. Desde 2014, la Navidad está prohibida en todo el territorio, incluyendo para extranjeros. La legislación es clara: cualquier persona que viole la prohibición puede enfrentar multas elevadas y penas de prisión.
Tayikistán: La Eliminación de la Navidad del Calendario
En Tayikistán, la Navidad desapareció del calendario en 2015. Las autoridades han prohibido los disfraces de Papá Noel, los árboles navideños, los fuegos artificiales y la entrega de regalos en entornos escolares. La consigna oficial es clara: la Navidad es vista como una celebración extranjera y un residuo cultural sin lugar en el actual Estado tayiko.
Somalia: La Prohibición de la Navidad y la Seguridad Nacional
En Somalia, la prohibición de la Navidad llegó en 2015. Las autoridades consideran que la presencia de la Navidad representa una disrupción cultural y, en algunos casos, una amenaza para la seguridad nacional. La vigilancia es estricta y las sanciones pueden ser severas para aquellos que se atrevan a celebrar la Navidad en público.
China: La Prohibición de la Navidad en Regiones Específicas
En China, la prohibición de la Navidad no es uniforme en todo el país. En regiones donde el control ideológico es mayor, las autoridades han sancionado a quienes celebran la Navidad en espacios públicos, argumentando que estas prácticas desvían a los jóvenes de las costumbres nacionales y representan una influencia extranjera.
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