El milagro que convirtió a un empresario en beato: la historia de Enrique Shaw

Un golpe de caballo y una oración desesperada
En un campo de Suipacha, un niño de cinco años sufrió un golpe brutal en la cabeza por una patada de un caballo asustado. La lesión craneana fue gravísima y la familia comenzó a pedir la intercesión de Enrique Shaw, un empresario argentino cuya causa de beatificación estaba en curso.
La lucha por la vida
El niño fue sometido a cinco cirugías cerebrales y otros procedimientos menores, pero la situación no se estabilizaba. Finalmente, el equipo médico decidió implantar una válvula de drenaje permanente en el cerebro. Sin embargo, minutos antes de la operación, el cirujano descubrió que el líquido comenzaba a drenar de manera espontánea y normal, y la presión intracraneana se había regularizado sola.
La recuperación milagrosa
La recuperación del niño fue rápida y sostenida. En pocos días comenzó a comer, fue extubado y mejoró neurológicamente. Ahora, como adolescente, lleva una vida normal sin secuelas. La familia cree que la intercesión de Enrique Shaw fue fundamental en su recuperación.
La vida de Enrique Shaw
Enrique Shaw fue un empresario, esposo y padre de nueve hijos que vivió su vida con coherencia y convicción. Entendió la empresa como una comunidad de personas y promovió relaciones laborales basadas en el diálogo, la justicia y el respeto. Fue impulsor del salario familiar en la Argentina y fundador de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa.
Un camino hacia la santidad
La beatificación de Enrique Shaw es un paso hacia la santidad. La Iglesia considera que su vida y su legado son un ejemplo a seguir. El Papa León XIV lo ha definido como ‘un hombre providencial para nuestros tiempos’. Ahora, solo falta que el Papa expida la declaración oficial para que Enrique Shaw sea declarado beato.


