La generación Z se aparta del alcohol: el cambio de relación con el ‘hangxiety’

El alcohol ha sido un elemento central en el ocio juvenil durante décadas. Sin embargo, algo está cambiando en la Generación Z. Los datos sugieren que esta generación bebe menos que las anteriores, no solo por cuestiones de salud o economía, sino porque comienza a percibir el alcohol como un factor que afecta directamente su bienestar mental, su capacidad de concentración y su productividad diaria.

En España, según la Encuesta sobre Alcohol y otras Drogas en España (EDADES), el consumo de alcohol disminuyó significativamente entre 1997 y 2024, pasando del 12,7% al 9% en la población de 15 a 64 años. Esta tendencia se observa en varios países occidentales, lo que sugiere que la Generación Z está adoptando una relación más crítica con el alcohol.

El concepto de ‘hangxiety’ se refiere a la ansiedad que aparece después del consumo de alcohol, incluso cuando la resaca física es leve. El alcohol altera neurotransmisores como el GABA y la serotonina, lo que puede generar un efecto rebote que se traduce en ansiedad, irritabilidad y pensamientos rumiantes al día siguiente. Para una generación sensibilizada con la ansiedad y la salud mental, este efecto resulta especialmente disuasorio.

Reducir el consumo de alcohol no implica jornadas maratonianas, sino más bien una constancia que permite mantener el foco a lo largo de la semana. La Generación Z apuesta por alternativas sociales sin alcohol, consumo más planificado y menos presión por beber para encajar en el grupo. En este contexto, el ‘hangxiety’ se convierte en un factor clave para comprender el cambio de relación con el alcohol en esta generación.

La reducción del consumo de alcohol también tiene beneficios en el rendimiento laboral. Un estudio del Instituto de Investigación y Capacitación JSI de Boston encontró que incluso niveles moderados de resaca pueden afectar la toma de decisiones, la memoria y la atención sostenida. Por lo tanto, la Generación Z está apostando por una relación más saludable con el alcohol, que prioriza su bienestar mental y su productividad diaria.

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