La Navidad y Ozempic: ¿cómo afecta el tratamiento a nuestra relación con la comida?
La Navidad y Ozempic: un desafío para nuestra relación con la comida

La Navidad siempre ha sido un desafío para nuestra relación con la comida. Con la llegada de Ozempic, un fármaco que ayuda a controlar el apetito, muchos se preguntan si vale la pena saltarse la dosis para disfrutar de las fiestas. Pero, ¿qué dice esto sobre nuestra relación con la comida y con nosotros mismos?
El dilema navideño: disfrutar sin perder el control
Los expertos coinciden en que interrumpir el tratamiento no es una decisión neutra. El cuerpo vuelve a recibir señales de hambre que llevaba semanas amortiguadas, lo que puede provocar un aumento brusco del apetito y una mayor dificultad para autorregularse.
Entender bien qué es Ozempic
Ozempic no es un inhibidor del apetito puntual ni una ayuda cosmética. Su principio activo es la semaglutida, un fármaco que replica la acción de la hormona GLP-1 que el cuerpo libera tras las comidas.
La evidencia científica respalda el riesgo de interrumpir el tratamiento. Estudios sobre regulación hormonal del apetito muestran que las adaptaciones del cuerpo tras la pérdida de peso no desaparecen de inmediato.
Explora más noticias en nuestra sección: Salud



