El mercurio es un problema serio en la industria pesquera. Aunque todos los pescados contienen algún nivel de metilmercurio, hay cuatro especies que destacan por su alto contenido: el pez espada, el atún rojo, el tiburón y el lucio.
¿Por qué es importante evitar estos pescados?
El metilmercurio puede perjudicar el desarrollo cerebral y ser tóxico para el sistema nervioso. Las mujeres embarazadas, las madres lactantes, los bebés y los niños pequeños son los grupos más vulnerables.
¿Cuáles son las alternativas seguras?
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición recomienda consumir entre tres y cuatro raciones de pescado a la semana, siempre y cuando se elijan especies con bajo contenido de mercurio. Algunas de estas especies son el abadejo, la anchoa, el arenque, el bacalao y la sardina.
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